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El cultivo de la lechuga se remonta a más de 2500 años, siendo los romanos los que descubrieron sus propiedades. Su nombre proviene del latín, cuyo significado es "leche", por el líquido que suelta por el tallo si no se recoge a tiempo. Los romanos la utilizaban, no sólo como condimento, sino también para aromatizar y para calmar dolores de cabeza. Existen muchos tipos de lechugas: las baby, las de hoja roja, las escarolas... Para que una lechuga se pueda conservar más tiempo, la tienes que envolver en un paño húmedo y lo introduces en la nevera.

Nutrición

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